¿Cuál de los Textos Recibidos? - Donald Heinz
¿Cuál de los Textos Recibidos?
Agosto 7, 2011 por Donald Heinz
Durante mis años en la universidad bíblica escuché mucho del Texto Recibido. Esto me dio la impresión de que hubo un solo texto que se llama ‘EL’ Texto Recibido y que no tenía par. Pero luego estudié la historia del Texto Recibido. El estudio de la historia de Texto Recibido me arrojó el dato importante que no existe un solo Textus Receptus sino veinte o treinta textos que se consideran textos recibidos. Y se me vino la pregunta ¿cuál de todos estos es EL Texto Recibido que soluciona los conflictos entre manuscritos, traducciones y revisiones? Ésta es una pregunta importantísima para aquellos de nosotros que enseñamos la doctrina de preservación verbal y plenaria. Si Dios preservó sus Palabras, ¿dónde están? ¿A cuál libro podemos decir con Hilcías, “He hallado EL libro…”?
Hay tres teorías, o tal vez cuatro entre los pastores hispanos bautistas y fundamentales. 1. Dios preservó sus palabras entre todos los manuscritos en griego y la Reina-Valera es producto de ellos. [No hay ninguna palabra en la Reina-Valera que no se haya en los manuscritos griegos.] 2. Dios preservó sus palabras en todos los Textos Recibidos, y la Reina-Valera contiene sólo palabras que se hayan en uno de los Textos Recibidos. 3. Dios preservó sus palabras en un Texto Recibido, y la Reina-Valera debe ser purificada según él.
Si uno quiere enseñar lo que la Biblia dice (y creo que todos los bautistas fundamentales quieran hacer eso), el debe poder explicar cómo su doctrina afecta específicamente la selección de las palabras usadas en la Biblia que él está usando. No puede decir simplemente que fue salvo con la RV’09 y por eso cree que es 100% puro. Eso es evitar el tema, la aplicación y la obediencia a versículos específicos que nos mandan a preocuparnos con cada palabra de Dios como Apocalipsis 22:18,19. Uno que usa la Reina-Valera 1960 debe poder explicar el porqué cree que está bien que los revisores eliminaron la palabra “locamente” de Mateo 5:22 entre el año 1909 y 1960. Tiene que explicar con base, doctrina, y la lógica el porqué las palabras “en salud” se cambiaron por “para salvación” y no se eliminaron como en la RV’1865. Estas controversias son asuntos doctrinales y bíblicos, y los pastores hispanos deben formar sus opiniones según los puros principios de la misma Palabra de Dios, y aprender expresarlos a los hermanos de su iglesia.
Es por eso quiero tratar este tema. Porque, no se puede negar que hay diferencias en las palabras de los diferentes Textos Recibidos, como no se puede negar que hay diferencias importantes entre las revisiones de la Reina-Valera. A veces las diferencias son diferencias de deletreo. Por ejemplo, en griego la palabra Belcebú tiene dos versiones “beelzebul” y “beelzebub”. La diferencia es una letra. Pero, ¿cuál de estas dos versiones es la correcta? Y ¿cuál de las versiones en español es correcta, ‘Beelzebub’ o ‘Belcebú’ o ‘Beelzebú’ o ‘Beelzebul’? Y ¿por qué? Lo único que está claro es que esa palabra como unidad morfológica está en todos los manuscritos griegos y en todos los Textos Recibidos. Y por lo tanto debe estar en la Reina-Valera. Si no está, esa es una falta más grave que un error de deletreo. En Mateo 24:35 Jesús enfatizó principalmente las palabras. Apocalipsis 22:18,19 enfatiza la omisión o adición de palabras.
Ahora, volviendo al tema, ¿cuál de los Textos Recibidos preserva las mismas palabras que Dios dio en el primer siglo?
Estas son las ediciones variadas del Texto Recibido.
Erasmo – 1516, 1519, 1522, 1527, 1535
Políglota Complutense 1517
Estéfano – 1546, 1549, 1550, 1551
Beza – 1565, 1567, 1580, 1582, 1588, 1589, 1590, 1598, 1604
Elzevir – 1624, 1633, 1641
Colinæus 1534
Scrivener 1894
En total son 24. Hay diferentes listas, pero no difieren mucho.
De los 24 no hay dos ediciones que son exactamente iguales.
Pero, antes de comentar más, es importante darse cuenta que las diferencias entre los “Mejores Manuscritos” del Texto Crítico difieren cien veces más que los Textos Recibidos entre sí. Según el Dr. Jack Moorman más que 3,000 diferencias entre Aleph y B en solo los cuatro evangelios. También, hay 8,032 diferencias de ‘unidades de palabra(s)’ entre el Texto Recibido de 1894 y el Texto Crítico. El apéndice de Dr. Scrivener en su resumen del proceso de la traducción de la King James relata las diferencias entre por ejemplo el Texto Recibido de Estéfano y el de Beza. No tengo una copia a mano; está en mi biblioteca en Chile. Pero, no eran más de sesenta y cinco. Entonces, por un lado tenemos las diferencias en una manzana verde y una manzana roja. Y por otro lado se ve las diferencias comparables a las de entre una manzana y un pepinillo.
Pero, aún en el caso de las diferencias entre los Textos Recibidos, es necesario hacer referencia fresca a la doctrina de preservación enseñada en la misma Palabra de Dios. Dios inspiró sus Palabras, no tan sólo su Palabra en sentido global o conceptual (2Tim. 3:16). Y se comprometió preservar las mismas palabras una por una. Mateo 5:18 habla del Antiguo Testamento aún hasta el trazo de una letra. Y en cuanto al Nuevo Testamento, Cristo habla proféticamente en Mateo 24:35 de que él preservaría cada una de sus palabras inspiradas destinadas a ser parte del Nuevo Testamento. Y lo que es más, Deuteronomio 4:2 y Apocalipsis 22:18 y 19 prohíben cambios de palabra en el texto original y escrito. Por lo tanto nosotros hoy en día hacemos la búsqueda entre tanta confusión para obtener para nuestras manos una copia de todas las mismas palabras de Dios. Y somos obligados por lo mismo a tomar decisiones según la sana doctrina y la guía del Espíritu Santo individual y corporalmente en la iglesia (1Tim. 3:15) para determinar cuál de los muchos textos y de las muchas versiones y revisiones es la Pura Palabra de Dios. Es probable que hayan diferencias de opinión entre sinceros Cristianos que son legítimamente convertidos. Sin embargo es necesario para la humanidad poder guiar a una persona a un libro y decir, ésta es la Pura Palabra de Dios.
Y a eso hemos llegado nosotros. Los creyentes de 1516 a lo mejor pensaron que el texto de Erasmo era las mismas Palabras de Dios. A lo mejor sólo pensaron que era lo más cercano. Pero, lucharon para tener las mismas Palabras de Dios o la copia más fiel a lo que Dios dio. En 1550 hicieron lo mismo y dejaron a lado la opinión de Erasmo por algo que era, en la opinión de los creyentes con convicciones similares a nosotros , mejor, más puro, más preciso que lo que Erasmo ofreció. Esto también ocurrió en las diferentes ediciones de los mismos. Y últimamente en 1894, el Dr. F. H. A. Scrivener produjo un Texto Recibido distinto que seguía las opiniones acumulativas de 54 eruditos involucrados en la producción del libro más usado para la traducción de la Palabra de Dios en miles de idiomas en derredor del mundo – la Biblia King James.
Mientras tanto, según Dr. Edward Hills, la disciplina de la traducción y la crítica textual fue invadida por hombres herejes e incrédulos, meros eruditos, no eruditos creyentes. Y los mismos que predicaban que el diluvio era un mito comenzaron a cambiar las Palabras de la Biblia. Los que decían que hubo tres Isaías y que Moisés no era en realidad el autor del Petateuco, sino varios escribas que elaboraron la tradición oral de los antiguos, ahora están sacando y añadiendo palabras a las traducciones según lo que puedan encontrar de justificación en unos ‘pocos manuscritos mejores’.
Es por eso creo que el Texto Recibido de 1894 es la regla que nosotros debemos seguir hoy. Es la perfecta Palabra de Dios para nosotros del Nuevo Testamento en el griego. Y el Texto Masorético de Ben Chayim publicado por David Bomberg nos sirve como base para el Antiguo Testamento en hebreo.
El mismo Dr. Hills propone que la King James es una ‘variedad independiente del Texto Recibido’. Esto lo dijo porque los traductores no tan solo hicieron una traducción del hebreo y griego al inglés, sino evaluaron las variaciones en los manuscritos, los Textos Recibidos, y las Biblias recibidas en muchos idiomas. Y llegaron a establecer en forma sin paralelo lo que eran las variaciones correctas que pertenecían en verdad al original como nunca antes. Y Dr. Escrivener sólo eligió el texto griego suyacente a esa Biblia en cada instante.