Bengel y Su Rol en el Criticismo Textual - Donald Heinz

Bengel y Su Rol en el Criticismo Textual

Agosto 18, 2009 por Donald Heinz

J. R. Bengel (1687-1752) fue un Luterano alemán ortodoxo excepto en el ámbito de la crítica textual del Nuevo Testamento. Aquí, como Bentley, él también se inclinó hacia el racionalismo. Reclamó creer en la preservación providencial de las Escrituras, pero cuando él comenzó a tratar con el texto del Nuevo Testamento dejó esta doctrina en las estanterías como un principio inviable. “Relativos a la atención de la Iglesia temprana por la pureza de los manuscritos y a los frutos de esta atención, todo lo que se enseña claramente se debe mantener con entusiasmo y piedad. Pero es ciertamente difícil de explicar a través de cuáles iglesias y edades este cuidado se había extendido, y cualquiera que fuera, no impidió la llegada en existencia de esas lecturas variantes que circulan hoy y que se quitan más fácilmente cuando se conoce su origen.” En su propia crítica textual Bengel dependían del método de Bentley de comparación de distintas clases de manuscritos con otros. También él sentó gran estrés en una regla que él mismo había formulado: “la lectura complicada es preferible a la lectura fácil.” Cuando hay una elección, sostuvo Bengel, entre una lectura que es difícil de entender y una lectura que es fácil de entender, la lectura difícil debe ser el verdadero, ya que la escribas ortodoxas siempre cambiaban las lecturas complicadas para que fueran fáciles. Por lo tanto, de acuerdo a Bengel, los cristianos ortodoxos habían dañado su propio texto del Nuevo Testamento. Esta hipótesis ascendió a una negación de la doctrina de que Dios por su providencia especial había conservado el verdadero texto a través de las edades en el uso de los creyentes. Por eso no es de extrañar que una protesta se ha planteado contra Bengel por los cristianos conservadores en Alemania.

Hay varios datos que nos interesa aquí porque tienen relación con la edición y revisión de la Biblia española. Algunos de los defensores tratan de engañar a los bautistas fundamentales actuales diciendo que cuando cambios se hicieron en la Reina-Valera 1862, el Texto Crítico de Wescott y Hort no existía todavía. Pero la verdad es que mucho antes existía Textos Críticos. La crítica textual modernista comenzó mucho antes de Wescott y Hort. Y aquellos textos estaban disponibles entre los estudiantes de Oxford y Cambridge, donde Wescott y Hort fueron formados como teólogos. Los mimos revisores de la revisión de 1862 fueron formados en es mismo ambiente. Un ejemplo de esto sería la justificación que Guillermo Kincaid da a las revisiones de 1862 y 1909…

Esta edición de la SPCC 1862 fue publicada por la SBBE en 1884. Siendo que no tenemos ninguna otra edición de la 1862, no podemos asegurar que este texto es precisamente idéntico a la original SPCC 1862. Algunas diferencias nos hacen sospechar que la SBBE revisó ligeramente la SPCC 1862 en esta impresión de 1884. Sin embargo, reproducimos esta edición de SBBE para demostrar que la Revisión de Valera de 1862 era esencialmente idéntica a la Valera 1909 de hoy. Esto confirma que la Valera 1909 en realidad fue una revisión hecha en 1862, antes de la publicación de Vaticanus o Sinaíticus, y décadas antes de la apostasía Inglesa de Westcott y Hort.

Kincaid cree que la 1909 es una revisión fiel porque se basa en textos disponibles antes de Wescott y Hort, cuando en realidad Lucena estaba siendo influenciado por textos críticos anteriores a lo de Wescott y Hort.

Otro punto importante es la referencia notable a la posición común en cuanto a la providencia de Dios referente a la preservación de las Escrituras. Con la misma convicción fieles eruditos reconocieron el peso y la importancia del Texto Recibido. Sin embargo, aún cuando los labios de Bengel estuvieron cerca de ese principio para mantener el respeto de sus colegas, su corazón comenzó a alejarse con una actitud incrédula en la práctica y el establecimiento de reglas de criticismo, según Hills.

Finalmente, Hills indica que los pensamientos de Bengel le ganó infamia entre los cristianos conservadores. Esto es apropiado para él, y apropiado para aquellos hoy que tratan de defender lo indefensible, un deslizamiento hacia el Texto Crítico e incrédulo.